Manual de Educación Fundamental

EDUCACIÓN FUNDAMENTAL PARA MEJORAR 

LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE


Temario

ü  EL ESTADO INTERIOR
ü  PERSONALIDAD PARANOIDE
ü  ESTADOS EQUIVOCADOS
ü  SUCESOS PERSONALES
ü  BÚSQUEDA DE LA SEGURIDAD
ü  SABER ESCUCHAR
ü  QUE PENSAR, COMO PENSAR
ü  AUTO OBSERVACIÓN
ü  PROCESOS NEUROBIOLÓGICOS
ü  LOS TRES TIPOS DE MENTE
ü  VALORES ÉTICOS
ü  VALORES ONTOLÓGICOS
ü  TIPOS DE HOMBRES
ü  ELEMENTOS QUE SE DEBEN COMPRENDER PARA DESARROLLAR CORRECTAMENTE LAS COMPETENCIAS EN EL SABER SER Y SABER INTEGRARSE A LA SOCIEDAD
ü  LOS 5 CENTROS DE LA MAQUINA HUMANA
ü  ANÁLISIS SOBRE LOS CINCO CENTROS DE LA MÁQUINA HUMANA
ü  PRINCIPALES ELEMENTOS COMO ORDENADORES PSICOLÓGICOS
ü  CAPACIDADES ÉTICAS Y CÍVICAS
ü  CAMPOS Y DISCIPLINAS A DESARROLLAR
ü  LOS CUATRO CAMINOS


EL ESTADO INTERIOR


Es de suma importancia como docentes, saber ubicarnos en tiempo y espacio, aprender a vivir en el aquí y ahora, para poder potencializar correctamente todos los elementos que mejoren la calidad en la enseñanza como por ejemplo la percepción, asertividad, inducción, empatía etc.
Para lograr potencializar nuestro desarrollo y optimizar la calidad en la enseñanza-aprendizaje, debemos aprender a combinar sabiamente el intelecto y  emoción, lo que pensamos,  sentimos, hablamos y actuamos para con los alumnos, vivir en el momento presente realizando nuestra tarea de manera consciente.
Aprender a separar los estados emocionales y mentales con las circunstancias exteriores, con acontecimientos de la vida común para evitar así identificarnos con dichos sucesos y ser absorbidos cayendo en un profundo sueño psicológico, tratando de resolver problemas pasados o haciendo presente el miedo por la incertidumbre de lo futuro en nuestra existencia.
Combinar estados interiores con acontecimientos exteriores en forma correcta, es saber vivir inteligentemente, cualquier evento inteligentemente vivido exige su correspondiente estado específico.
Desafortunadamente cuando revisamos nuestra vida, pensamos que en si misma está constituida exclusivamente por eventos exteriores.
Pensamos que si tal o cual acontecimiento no les hubieran sucedido, nuestra vida habría sido mejor, suponemos que la suerte nos salió al encuentro y que perdimos la oportunidad de ser felices.
Desafortunadamente exteriorizamos los estados emocionales y psicológicos manifestándolo en el trato para con los demás, deformando muchas veces la esencia del conocimiento, cambiando por completo el sentido de lo que se está aprendiendo, pensando en los añejos fracasos que no pudimos remediar, el alumno lo podrá hacer anticipándolo a los posibles errores a los que se enfrentará en un futuro, sin considerar que son otros tiempo, otras circunstancias y que los alumnos son personas que tendrán que pasar por sus propios procesos de aprendizaje, muchas veces dolorosos, para poder experimentar. 
Lamentamos lo perdido, lloramos lo que despreciamos, gemimos recordando los viejos tropiezos y calamidades, no queremos darnos cuenta que vegetar no es vivir y que la capacidad para existir conscientemente depende exclusivamente de la calidad de los estados interiores de uno mismo.
No importa ciertamente cuan hermosos sean los acontecimientos externos de la vida, si no nos encontramos en tales momentos en el estado interior apropiado, los mejores eventos pueden parecernos monótonos, aburridos o simplemente sin sentido.
Alguien aguarda con ansiedad la fiesta de bodas, es un acontecimiento, más podría suceder que se estuviese tan preocupado en el momento preciso del evento, que realmente no gustase en ello ningún deleite y que todo aquello se tornase tan árido y frío como un protocolo.
La experiencia nos ha enseñado que no todas las personas que asisten a un banquete o a un baile, gozamos de verdad, nunca falta un aburrido en el mejor de los festejos y las piezas más deliciosas alegran a unos y hacen llorar a otros.
Muy raras son las personas que saben combinar conscientemente el evento externo con el estado interno apropiado, es lamentable que no sepamos vivir conscientemente: lloramos cuando debemos reír y reír cuando debemos llorar.
Control es diferente, el sabio puede estar alegre más nunca jamás lleno de loco frenesí; triste pero nunca desesperado y abatido, sereno en medio de la violencia; abstemio en la orgía; casto entre la lujuria, etc.
Las personas melancólicas y pesimistas piensan de la vida lo peor y francamente no desean vivir.
Todos los días nos observamos no solamente infelices, sino que además y lo que es peor, hacemos amarga la vida de los demás, que vivimos todo el tiempo de conflicto en conflicto, generando problemas para ser tomados en cuenta y liberar de esa manera nuestras frustraciones.
Así no cambiaríamos ni viviendo diariamente de fiesta en fiesta; la enfermedad psicológica la llevamos en nuestro interior, poseemos estados íntimos definitivamente perversos, nos lamentamos todo el tiempo para que otros nos digan, pobre de ti, nadie te comprende, tienes toda la razón, la vida es injusta contigo etc.
Sin embargo somos sujetos que se auto-califican como justos, santos, virtuosos, nobles, serviciales, mártires, etc.
Somos gentes que se auto-consideran demasiado; personas que se quieren mucho a sí mismas, Individuos que se apiadan mucho de sí mismos y que siempre buscan escapatorias para eludir sus propias responsabilidades.
Personas así estamos acostumbradas a las emociones inferiores y es ostensible que por tal motivo crean diariamente elementos psíquicos infrahumanos, convirtiéndonos en una personalidad paranoide.
Esta personalidad se puede desarrollar desde la infancia y a continuación se detalla para su mejor comprensión.



PERSONALIDAD PARANOIDE


Todo lo que observa o escucha el niño de pequeño en televisión o en pláticas de los padres o la familia, lo aprende y procesa tal y como es y de adulto lo convierte en un individuo reaccionario, es decir, actúa mediante impulsos.
Si observa escenas donde existe violencia, a los pocos minutos estará imitando tales imágenes. Pero no solo puede observar este tipo de escenas, sino que muchas veces van acompañadas de pornografía, lujuria o lenguaje ordinario.
Toda esta información es guardada en el sub consciente y que más tarde pueden reflejarse hasta en los sueños con las llamadas efigies mentales, que son la manifestación de todo aquello que le produce una emoción.
La personalidad de un individuo se termina de formar hasta los tres años de edad, a partir de ahí al desarrollar el crecimiento se fortalecerán los defectos y convertir en muchas de las ocasiones en una personalidad paranoide. 
A toda costa mediante la auto observación permanente de nuestra conducta, evitaremos que se forme en nosotros y por ende, transmitir a los alumnos la personalidad paranoide.
Dicha personalidad proyecta sus propias hostilidades hacia otros así como sus conflictos.
Usa como mecanismo de defensa que es la auto justificación, auto consideración o la auto compasión etc.
Esta personalidad paranoide usa la ira como parte de estructura de dicha conducta y se forma como una ira refinada.
Proyecta un veneno hacia fuera y genera hostilidades para fortalecer el defecto de la ira, actuando de manera muy refinada y busca a personas que le den la razón generando una modificación total sobre sus emociones.
Utiliza la regresión para proyectar dolor y sufrimiento a otros, es decir, recurren a situaciones de su pasado para manifestar compasión, para sí mismo.
Otra forma de manifestar su regresión es la indiferencia ante los que le rodean.
 Los paranoides proyectan sus propios conflictos y hostilidades a otros generando una frialdad psicológica hacia los seres humanos cuando no logran su objetivo llegando a considerarlos como sus enemigos, clasificándolos según los conflictos u hostilidades que se hayan generado.
La frialdad psicológica se traduce en indiferencia, apatía, aislamiento, etc. y se vuelven distantes en sus relaciones con esos semejantes con los que buscan intenciones hostiles o malévolas.
Estos seres se pueden manifestar como personas muy inocentes incluso positivos pero para ganarse la confianza de otras personas y hacerlas sus cómplices cuando se ven descubiertos.
Muchas veces adopta conductas infantiles como el berrinche aunado al orgullo, tal y como se comporta un niño de cinco años, que bota las cosas, golpea o  patea objetos, grita sumido en rabietas, esto lo hace con el fin de justificar sentimientos originales.
Los eventos desgraciados, reveses de fortuna, miseria, deudas, problemas, etc.;  son exclusividad de aquellas personas que no saben vivir.
Cualquiera puede formarse una rica cultura intelectual, más son muy pocas las personas que han aprendido a vivir rectamente, cuando uno quiere separar los eventos exteriores de los estados interiores de la conciencia, demuestra concretamente su incapacidad para existir dignamente.
Quienes aprenden a combinar conscientemente eventos exteriores y estados interiores, marchan por el camino del éxito.


ESTADOS EQUIVOCADOS


Incuestionablemente en la rigurosa observación del los defectos, resulta siempre impostergable e inaplazable hacer una completa diferenciación lógica en relación con los acontecimientos exteriores de la vida práctica y los estados íntimos de la conciencia.
Necesitamos con urgencia saber dónde estamos situados en un momento dado, tanto en relación con el estado íntimo de la conciencia como en la naturaleza específica del acontecimiento exterior que nos está sucediendo.
La vida en sí misma es una serie de acontecimientos que se procesan a través del tiempo y del espacio.
Alguien dijo: ¨La vida es una cadena de martirios que lleva el hombre enredada en el Alma”
Cada cual es muy libre de pensar como quiera; los efímeros placeres de un instante fugaz, le suceden siempre el desencanto y la amargura.
Cada acontecimiento tiene su sabor característico especial y los estados interiores son asimismo de distinta clase; esto es incontrovertible, irrefutable.
Ciertamente el trabajo interior sobre si mismo se refiere en forma enfática a los diversos estados psicológicos de la conciencia, comprender la causa de nuestra conducta.
Nadie podría negar que en nuestro interior llevamos a cuestas muchos errores y que existen estados equivocados.
Si de verdad queremos cambiar realmente, necesitamos con urgencia máxima e inaplazable, modificar radicalmente esos estados equivocados de la conciencia.
La modificación absoluta de los estados equivocados, origina transformaciones completas en el terreno de la vida práctica.
Cuando uno trabaja seriamente sobre los estados equivocados, obviamente los sucesos desagradables de la vida, ya no pueden herirnos tan fácilmente.
Estamos diciendo algo que sólo es posible comprender lo vivido, sintiéndolo realmente en el terreno mismo de los hechos.
Los acontecimientos cambian incesantemente en sus múltiples combinaciones; vienen uno tras otro en oleadas, son influencias.
Ciertamente existen buenos y malos acontecimientos; algunos eventos serán mejores o peores que otros.
Modificar ciertos eventos es posible; alterar resultados, modificar situaciones, etc., está ciertamente dentro del número de las posibilidades.
Existen situaciones de hecho que de verdad no pueden ser alteradas; en estos últimos casos deben aceptarse conscientemente, aunque algunas resulten muy peligrosas y hasta dolorosas.
Incuestionablemente el dolor desaparece cuando no nos identificamos con el problema que se ha presentado, debemos considerar la vida como una serie sucesiva de estados interiores; una historia auténtica de nuestra vida en particular está formada por todos esos estados.
Al revisar la totalidad de nuestra propia existencia, podemos verificar por sí mismos en forma directa, que muchas situaciones desagradables fueron posibles gracias a estados interiores equivocados.
Debemos aprender a enfrentarnos ante los sucesos más desagradables de la vida práctica con una actitud interior apropiada.
No debemos identificarnos con ningún acontecimiento; es importante recordar que todo pasa; aprender a ver la vida como una película y recibiremos los beneficios.
No olvidar que acontecimientos sin ningún valor podrían llevarnos a la desgracia, si no eliminamos de nuestra Psiquis los estados interiores equivocados.
Cada evento exterior necesita incuestionablemente del billete apropiado; es decir, del estado Psicológico preciso.
Después de haber comprendido mucho sobre lo que de nuestra conducta emana hacia los demás, quitando el lastre que por generaciones han dado en el traste con el desempeño educativo de primer nivel, ahora si podremos modificar los viejos conceptos sobre la calidad en educación y así descubrir de manera adecuada las capacidades intelectuales y humanas. 
Una de las herramientas fundamentales para desarrollar una mente superior es la conciencia que a continuación se detalla.
La Conciencia, mientras esté embotellada por el Ego o defecto psicológico, no puede despertar.
La humanidad actual tiene la Conciencia dormida, maneja una muy baja proporción de Conciencia.
Se ha confundido el intelecto con la Conciencia.
Una persona puede llegar a ser muy intelectual pero esto no garantiza que su Conciencia esté despierta.
Se sabe relacionar muy bien con el mundo en que anda, pero está muy mal relacionada con el mundo en que vive, o sea su cuerpo físico, su mente con el mundo externo que le rodea.
Es necesario saber que la humanidad vive con la Conciencia dormida.
La gente trabaja soñando, anda por la calle soñando, la gente vive y muere soñando.
En la conciencia dormida, todo gira a través de la materia que alimenta al ego y este a su vez gobierna y manipula al hombre.
La Conciencia despierta o activa conoce directamente la realidad de cada fenómeno natural, porque pensamos, hablamos o sentimos de tal o cual manera libre de ego o defecto y mediante la Mente Interior puede manifestarse.
El hombre común posee el 97% de conciencia dormida y solo el 3% esta activa.
97% de la mente es utilizada por el intelecto, la mente sensual e intermedia que se explicará mas adelante.
Menos del 3% actúa con ambos hemisferios cerebrales (derecho e izquierdo), relacionados con el intelecto y el sentido espacial, la creatividad, el arte, donde actúa la mente interior, vivenciando de manera directa un aprendizaje.  
La mente superior o despierta no maneja conceptos, dogmas o aprendizajes comprobables, sino experiencias vividas directamente por la conciencia.
Abrir la Mente intelectual superior sería lo indicado a fin de salir del mundo de las dudas y de la ignorancia.
Esto significa que solo abriendo la Mente intelectual superior nace la fe auténtica en el ser humano.
Sentimientos.- Existe el sentimiento de sí mismos, mas conviene saber si este sentimiento es correcto o equivocado.
Es necesario pues, entender lo que es este sentimiento equivocado o del yo.






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